Decia la canción, "Cuando muere el cantor muere lavida", nunca tubo mas razón que en este caso, la perdida de estos dos seres maravillosos, solo nos sume en una zozobra que nada ni nadie podran mitigar estamos huerfanos, si, huerfanos en nuestra ansia por labusqueda de la belleza y ya nada lo remediará, hemos quedado desamparados en este muundo de oropel ficticio y de balores desteñidos, ahora tendremos que valernos por nosotros mismos en esa procelosa singladura que es la busqueda de la belleza, porque Antonio y Mario nos han dejado para no volver.
¿Para no volver?, tal vez no por que dejaron tras de sí un legado que perdurará a pesar de modas y modismos, a pesar de los pesares y aun que le pese a quien le pese no se han ido del todo aun podemos escucharlos y leerlos, aun podemos emocionarnos y llorar de alborozo con esas pequeñas y grandes maravillas que crearon para nosotros y la posteridad.
Es el tiunfo del hombre y su ingenio es la sublimación de la evolución de la cultura, es el crisol donde se forjan los sueños.
Gracias Antonio, gracias Mario por que vosotros mas que nadie supisteis criarnos en la humanidad.
DEDICO ESTA ENTRADA CON CARIÑO A ELENA CLASICA QUE SÉ QUE LOS AMA A LOS DOS.
4 comentarios:
Sí, Spok tienes razón: todos nos hemos muerto un poco. ¡Qué terrible desolación! ¡Qué terrible soledad! Negro dolor, una semana que nos arrasa el corazón a todos los que amamos el arte de estos dos grandes.
¡Descansen en paz, pues!
Sus creaciones seguirán anidando en nosotros.
Sí, Spok, los amo a ambos, de todo corazón muchas gracias por la dedicatoria, eres un encanto. Gracias.
Si me permites, me gustaría añadir un poema del gigante Benedetti:
Los sueños son pequeñas muertes
tramoyas anticipos simulacros de muerte
el despertar en cambio nos parece
una resurrección y por las dudas
olvidamos cuanto antes lo soñado
a pesar de sus fuegos sus cavernas
sus orgasmos sus glorias sus espantos
los sueños son pequeñas muertes
por eso cuando llega el despertar
y de inmediato el sueño se hace olvido
tal vez quiera decir que lo que ansiamos
es olvidar la muerte
apenas eso.
Seguid alumbrando nuestro camino, hasta siempre Antonio Vega y Mario Benedetti.
Precioso homenaje rindes hoy a Vega y a Mario.
Un escalofrío me ha recorrido la sangre desde que vi tu post esta mañana, y aún continúa..
Te felicito, grandiosa y sentida entrada que compartes hoy!
Querido Spok:
he aquí un hermoso y crespuscular poema de nuestro amado Benedetti. Creo que te va a gustar y a los lectores de tu espacio. Que siga ardiendo esta vela mágica. Un abrazo.
Historia de vampiros
Era un vampiro que sorbía agua
por las noches y por las madrugadas
al mediodía y en la cena.
Era abstemio de sangre
y por eso el bochorno
de los otros vampiros
y de las vampiresas.
Contra viento y marea se propuso
fundar una bandada
de vampiros anónimos,
hizo campaña bajo la menguante,
bajo la llena y la creciente
sus modestas pancartas proclamaban,
vampiros beban agua
la sangre trae cáncer.
Es claro los quirópteros
reunidos en su ágora de sombras
opinaron que eso era inaudito,
aquel loco aquel alucinado
podía convencer a los vampiros flojos,
esos que liban boldo tras la sangre.
De modo que una noche
con nubes de tormenta,
cinco vampiros fuertes
sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos,
rodearon al chiflado, al insurrecto,
y acabaron con él y su imprudencia.
Cuando por fin la luna
pudo asomarse
vio allá abajo
el pobre cuerpo del vampiro anónimo,
con cinco heridas que manaban,
formando un gran charco de agua,
lo que no pudo ver la luna
fue que los cinco ejecutores
se refugiaban en un árbol
y a su pesar reconocían
que aquello no sabía mal.
Desde esa noche que fue histórica
ni los vampiros, ni las vampiresas,
chupan más sangre,
resolvieron
por unanimidad pasarse al agua.
Como suele ocurrir en estos casos
el singular vampiro anónimo
es venerado como un mártir.
Homenaje querido Spok espectacular, directamente a la vena madre, se me clavó, excelente.
De lo mejor de la red
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