NO DEJES QUE ACABEN CON ELLA

sábado, 25 de diciembre de 2010

FELICES NAVIDADES

FELICES NAVIDADES 

QUE DESCANSEIS EN PAZ

jueves, 2 de diciembre de 2010

PANTALLA DE SANGRE "10 DE RILLINGTON PLACE"

 
CINE PARA PASARLO DE MIEDO
 "10 DE RILLINGTON PLACE"

Si bien muchos recuerdan algo mal a Richard Fleischer (1916-2006) por sus últimas y deplorables películas (Amityville 3-D,  y una tal Million Dollar Mystery) y otros lo recordamos mas que bien por sus películas de ciencia ficción y fantasía (20000 Leagues Under the Sea, The Vikings, Fantastic Voyage y Soylent Green por dar algunos ejemplos), lo cierto es que podemos afirmar que sin lugar a dudas fue uno de los grandes directores de cine del Siglo XX. Arranquemos por el dato que el único Oscar al que fue nominado y que ganó fue como productor en 1947. O sea que reconocimiento tuvo poco y nada. Pero sus películas siempre fueron muy sólidas técnicamente y eso es algo que algunos pocos apreciamos más allá de si es material para Oscars y otros premios.

Richard Fleischer


Dirigió en todos los géneros habidos y por haber en su época, y yo rescato en particular sus películas filmada en los años '70s. Si bien podríamos ubicar a The Boston Strangler (1968) como el inicio de su mejor época y de la que daré cumplida reseña en el futuro. Luego, entre otras cosas, co-dirigió Tora! Tora! Tora! (1970), incursionó en el terror con See No Evil (1971) con Mia Farrow, hizo la gloriosa Soylent Green (1973) con Charlton Heston, Mr. Majestyk (1974) con Charles Bronson en una de sus mejores películas, The Incredible Sarah (1976) con Glenda Jackson como la actriz francesa, pionera del medio, Sarah Bernhardt y cerraría la década con The Jazz Singer (1980) con Neil Diamond.



Pero hubo una película que dirigió en 1971 que es una joyita y quería compartirla con ustedes. Se llama 10 Rillington Place y está protagonizada por un muy jovencito John Hurt, un irreconocible Richard Attenborough para quienes lo conocieron recién cuando participó en Jurassic Park y una rubia llamada Judy Geeson quien también, si alguien se acuerda de ellas es más que nada por su papel como la vecina en la serie Mad About You, y era una más de muchos actores conocidos en The Eagle Has Landed (1976).

John Hurt

Es un título, de aspecto claustrofóbico, en el que además de la perfecta construcción del exigible suspense, se critica el funcionamiento de la justicia, la validez de la pena de muerte (que sería abolida tras la ejecución real de Evans) y se retrata parte del ambiente obrero del Londres de la posguerra.

Judy Geeson

Basada en un hecho real, se trata de una magnífica adaptación de una novela de Ludovic Kennedy, escrita para el cine por el guionista Clive Exton, con unas excepcionales interpretaciones de John Hurt y Richard Attenborough, genial en su serena actuación.

Richard Attenborough

Pocas películas de cuantas se rodaron en los primeros setenta, pueden ser tan incómodas, tan ausentes de asideros de cara al espectador, y al mismo tiempo tan fieles al relato que narran. 
Fácil sería aducir el recuerdo de THE BOSTON STRANGLER (El estrangulador de Boston, 1968), pero más pertinente resultaría invocar aquí la más lejana en el tiempo COMPULSION (Impulso criminal, 1959) –títulos excelentes-.

Clive Exton

En ambos casos nos encontramos con crónicas de índole criminal, perpetradas por seres de mentalidad quebradiza o desequilibrada, revelando a través de sus actos condenables las grietas, lagunas y sombras de un contexto social aparentemente en orden. En este sentido, el título que nos ocupa tiene un elemento de alcance aún más marcado en dicha vertiente; se desarrolla en un entorno degradado y nada complaciente. 

Ludovic Kennedy

Un rincón adusto, impersonal, gris y hasta polvoriento y descuidado de un barrio londinense. Ese 10 de Rillington Place que desde hace bastantes años habita el matrimonio Christie, cuyo esposo John Reginald (un magnífico Richard Attenborough) ha participado en la II Guerra Mundial, padeciendo molestos dolores de espalda. Sin embargo, las intenciones de Fleischer están marcadas desde los primeros instantes.



Tras unos créditos y un rótulo avisando de la veracidad de los acontecimientos que vamos a presenciar, en apenas unos minutos nos revelará la patología criminal del protagonista. Ante nuestras imágenes y casi sin darnos tiempo a asentarnos en la película, asistiremos impertérritos a uno de los asesinatos de Christie, con una planificación sobria y asfixiante que no abandonará el conjunto del relato.



No tenemos duda de la culpabilidad y la personalidad psicopática del protagonista. Lo que nos propone a continuación es una visión desencantada y nihilista de la propia condición humana, tomando como víctimas inocentes al joven matrimonio Evans.



Una joven y presumiblemente apresurada pareja, que representan el infeliz y fantasioso Timothy (John Hurt) y la amargada Beryl (Judy Geeson). Ambos caerán, en su ingenuidad e infelicidad –son padres de una niña e inesperadamente ella se quedará embarazada sin desearlo-, en las intenciones maquiavélicas del monstruoso protagonista.




Ella por acceder a ser sometida a un hipotético aborto que finalmente le permitirá ser presa fácil de este, y Timothy cayendo en la trampa que le tiende el propio criminal, y al mismo tiempo tomando en su contra su inveterada costumbre de fantasear, que le llevará incluso a sufrir finalmente la acusación del asesinato de su esposa y su propia hija, a quien este adoraba y que ha sido estrangulada por el propio Christie con una de sus corbatas.



En ocasiones se ha argumentado que 10 RILLINGTON PLACE se erige como uno de los alegatos más contundentes que el cine ha ofrecido en contra de la pena de muerte. Pero en las intenciones de Fleischer figuraba en primer término el reto de ofrecer un relato frío y austero –incluso los tonos de la fotografía en color están dominados por su lividez-, y que precisamente a partir de esa misma incomodidad que plantea, fuera trasladada al espectador, logrando con ello ofrecer un elemento revulsivo. Ciertamente lo consigue.



Fleischer no busca el recurso a la eficacia de la intriga. Deliberadamente obvia cualquier elemento sorpresa –y para ello contó con la inapreciable colaboración de Clive Exton, quien años atrás ejerciera como coguionista de la memorable adaptación que Karel Reisz ofreció en 1964 de la obra de Emilyn Williams NIGHT MUST FALL –que también se caracterizaba por la ausencia de intriga en sus fotogramas-.



En bastantes ocasiones, sobre todo en su segunda mitad, la elipsis evitará al espectador tener que asistir a algunos de los momentos más espeluznantes de la historia –el estrangulamiento de la pequeña, el propio asesinato de su esposa, cuando esta en un comentario lleno de hartazgo le señala sutilmente que está al tanto de su personalidad enferma-.



Pero ello no impedirá que dejemos de sentirnos desesperanzados y sobrepasados por una historia en la que, finalmente, no parecen existir personajes positivos por ningún lado. En este sentido, no se puede circunscribir esa visión a su asesino protagonista.



La galería humana que pueblan las imágenes del film, muy bien punteado por la partitura de John Dankworth- es realmente pavorosa, y se extiende desde los habituales a las tabernas, los propios albañiles que acuden a renovar el vetusto edificio donde reside Christie, o la propia visión de los representantes de la ley o el estamento judicial.



Hay en la mirada del director un componente profundamente desazonador que, cierto es reconocerlo, se encontraba presente en su obra de aquellos difíciles años setenta, claramente dominada –como la de tantos otros directores de sus características-, por casi inevitables desajustes.



En este sentido, hay que admitir que nos encontramos ante una apuesta muy personal, en la que esa implicación y al mismo tiempo rigor con que se tomó la puesta en marcha de su puesta en escena, en numerosos momentos apuesta por la aplicación de zooms e incluso grandes angulares, es indudable que logran en algunos momentos servir plenamente en ese objetivo oscuro y agobiante –ese primer plano con gran angular que permitirá a Beryl descubrir la naturaleza enfermiza del que muy pronto será su asesino, los angulares con que son filmados los pavorosos y nerviosos últimos instantes de vida de Timothy antes de ser ahorcado-.



Con todo ello, con esa permanente y dura ironía al aparentemente civilizado comportamiento británico –cuyo mayor sarcasmo se encierra en el rótulo final que indica que el inocente Timothy fue finalmente enterrado en tierra sagrada.




Judy Collins - The Ballad Of Tim Evans

lunes, 1 de noviembre de 2010

GALERIA DE IRREDENTOS PAUL BERNARDO Y KARLA HOMOLKA "BARBIE y KEN"



                          VIDAS NO EJEMPLARES




           PAUL BERNARDO Y KARLA HOMOLKA "BARBIE y KEN"






Ella era radiante y hermosamente rubia. Él era un adorable y guapo un chico con una vida brillante por delante. Karla y Paul Teale eran conocidos como Barbie y Ken por sus amistades y vecinos - pero a diferencia de los muñecos, tras sus sonrisas se escondían un par de sádicos carniceros acusados de 43 ataques sexuales y una larga lista de sádicas torturas y asesinatos.
Filmaban a sus víctimas siendo torturadas, violadas y asesinadas. Gustaban de capturar los agonizantes gritos de sus jóvenes víctimas para satisfacer su siniestra lujuria.






Paul Kenneth Bernardo (también conocido como Paul Teale) (nacido 27 de agosto de 1964 en Scarborough,Ontario,Canadá) y Karla Leanne Homolka también conocida como Karla Leanne Teale (nacida el 4 de mayo de 1970 en Port Credit, Ontario, Canadá).








Ambos formaban una pareja de esposos y asesinos en serie canadienses, cuyo caso atrajo la atención internacional cuando fueron encarcelados por homicidio, violaciones y asesinatos de dos chicas adolescentes . Paul Teale, de 26 años de edad, se cree responsable de mas de 43 asaltos sexuales durante recorridos nocturnos por los alrededores de la comunidad canadiense de St. Catherine, cerca de las Cataratas del Niágara.





Su reinado de terror pudo haber pasado desapercibido, hasta que Paul tuvo una pelea en la que golpeó a Karla con una linterna. Ella asustada atrajo a la policía hacia su mundo color de rosa, en su aseado hogar de los suburbios y declaró frente a los incrédulos oficiales, contando el sórdido pasado con su pareja.





Reveló como su víctima adolescente Kristen French, de tan solo 15 años de edad, fue expuesta al infierno durante 13 días, en los cuales fue violada y torturada en repetidas ocasiones hasta que encontró la muerte. Su cuerpo desnudo fue descubierto en un camino vecinal solitario dos semanas después de desaparecer camino a su escuela.





Paul Bernardo fue sentenciado a la máxima pena de cadena perpetua como responsable en la violación y asesinato de tres chicas adolescentes, además de decenas de violaciones y abusos sexuales contra mujeres. Entre las víctimas, se encontraba Tammy Homolka (hermana de Karla), violada y asesinada por Bernardo en la navidad de 1990. En compensación a su testimonio completo contra su marido, se le otorgó una sentencia reducida escapando así de la pena recibida por su marido. Fue encontrada culpable de homicidio y fue sentenciada a 12 años de cárcel. Actualmente vive en las Antillas, en una ciudad desconocida junto a su hijo y su actual esposo, Thierry Bordelais.






El 17 de octubre de 1987, Homolka quien en ese entonces contaba con 17 años, conoció a Paul Bernardo que era un pasante de contable de tan solo 23 años. en un restaurante de Scarborough. Una hora después, estaban juntos en la cama. Karla, hija de padres checoslovacos refugiados, había sido un modelo a seguir en la Sir Winston Churchill School en donde incluso se inscribo en una sociedad secreta de mujeres - El club del diamante - destinada a conseguir maridos ricos.








Deslumbrada con regalos, cenas románticas con velas, se rindió ante los encantos de guapo Paul. Luciendo un anillo de diamantes de compromiso, el 24 de diciembre de 1989, Bernardo le propuso matrimonio, Karla Homolka llamó este momento"el más romántico de su vida".





Su boda fue ejemplar. La pareja llegó en una carroza tirada por hermosos caballos. En la recepción se sirvió Champagne y faisán, y la luna de miel se realizó en Hawaii. "Son la imagen de una pareja perfecta, están fabulosos", comentó uno de los invitados.





Pero las fricciones comenzaron pronto en el matrimonio. Paul se vio envuelto en varias peleas y adquirió una reputación de tener un temperamento muy explosivo. La relación se rompió en 1993 cuando Homolka se divorció de Bernardo y comenzó a declarar en su contra.





Durante el verano de 1990, Bernardo se obsesionó con Tammy Homolka espiándola por la ventana de su cuarto o entrando al mismo para masturbarse mientras ella dormía. En julio de ese año, Bernardo le ofrece cervezas a Tammy y la emborracha hasta que la adolescente se duerme para posteriormente intentar abusar sexualmente de ella, sin lograr su objetivo debido a que la joven comenzaba a despertar cuando Bernardo la estaba manoseando. Karla tenía sentimientos enfrentados referentes a su novio, sabiendo que él salía con otras mujeres y que las violaba; se sentía "humillada e indignada". Pese a esto, Bernardo no tenía intención de cambiar su vida sino, la de su novia diciéndole que si realmente lo amaba, debía dejar que él desvirgase a su hermana Tammy. Homolka consintió el horrible acto viendo "una oportunidad para tomar control y mantener todo tranquilo dentro de la familia". También le prometió romper las trabas de la ventana de la habitación de Tammy, además de suministrarle Diazepam a su hermana, para que Paul cumpliera su fantasía. Así fue como mientras planeaban la boda, planeaban la violación de Tammy.





El cuerpo de Leslie Mahaffy de 14 años de edad había sido recuperado de las profundidades de un lago, el mismo día en que los Teales contrajeron nupcias en junio de 1991. La joven asesinada había sido cortada en pedazos.
Algunos videocasetes fueron recuperados del hogar de los Teales en donde se mostraba a Karla en una orgía sexual de lesbianismo. "No hay sentencia que pueda imponer y sea adecuada para reflejar la repulsión que todos sentimos por las muertes de dos jóvenes chicas que vivieron sus vidas sin ningún reproche a los ojos de la comunidad", dijo el juez Kovacs ante una Karla Teale vestida en forma glamurosa.





Los angustiados padres de las chicas asesinadas lloraban y se consolaban unos a otros en la corte mientras se revelaba las terroríficas horas finales de sus hijas. La madre de Leslie, Debbi Mahaffy, dijo ante el tribunal "No quiero volver a ver otra imagen de los restos del cuerpo de mi hija en una bolsa. Cada vez que escucho la historia siento que mi hija muere de nuevo. Esto es una experiencia muy dolorosa y difícil. Fue muy difícil venir a la corte en el cumpleaños de Leslie, hoy cumpliría 17 años".









Seis meses antes de su boda, programada para el año 1991, Karla Homolka robó Halotano, un anestésico de la Clínica para mascotas Martindale donde trabajaba. El 23 de diciembre de 1990, Homolka y Bernardo le administraron píldoras para dormir a Tammy de 15 años de edad en una bebida de ron y huevo. Tammy perdió la conciencia, lo que les permitió a Homolka y Bernardo desnudarla. Consecuentemente, Homolka le aplicó a Tammy un paño empapado en Halotano en la nariz y la boca.





Homolka quería "darle la virginidad de Tammy a Bernardo como regalo de Navidad" debido a que, según Homolka, Bernardo siempre le había reprochado que ella no era virgen cuando se conocieron. Con los padres de la adolescente durmiendo en el piso de arriba, los dos se filmaban mientras violaban a Tammy en el sótano. Poco después, la adolescente comenzó a vomitar, estando aún inconsciente. Ambos criminales intentaron reanimarla, pero no fue posible. Antes de llamar al 911, escondieron la evidencia, vistieron nuevamente a Tammy, quien tenía una quemadura química en el rostro y la llevaron a la habitación que ella tenía en el sótano. Pocas horas después, Tammy fue declarada muerta en el Hospital General de St. Catharines sin haber recuperado la conciencia.





A pesar del comportamiento de la pareja -pasando la aspiradora y lavando la ropa en medio de la noche, además de la enorme y brillante quemadura color frambuesa que había consumido gran parte del carrillo izquierdo de Tammy, la Policía Regional de Niagara Falls creyó la versión de lo sucedido de la pareja y se determinó oficialmente que la muerte de Tammy había sido producida por un accidente de ahogamiento en su propio vómito debido al consumo de alcohol. La pareja no había aún satisfecho sus deseos sexuales por lo que mantuvieron relaciones sexuales, Karla vestida como si fuera Tammy a quien Paul tenía que quitarle la virginidad; toda esta relación fue filmada. Días después, se mudaron de la casa de los padres de Homolka para dejarlos lidiar con su duelo.






El 7 de junio de 1991, Homolka invitó a "Jane Doe" de 15 años de edad a una "fiesta de chicas" a la casa que ellos habitaban en Port Dalhousie. Homolka se había hecho amiga de "Jane Doe" dos años antes, cuando Homolka aún trabajaba en la tienda de mascotas. La adolescente la idolatraba y la tenía como su hermana mayor. Luego de una tarde de tiendas y restaurantes, Homolka la llevó a su casa de Bayview Avenue y comenzó a ofrecerle alcohol.





Después de que "Jane Doe" perdió la conciencia, Homolka llamó a Bernardo para decirle que el regalo de bodas estaba listo. Juntos, desvistieron a "Jane Doe", quien era virgen. Instantes después, Bernardo filmaba a Homolka quien violaba a la joven; para luego violarla y sodomizárla él. A la mañana siguiente, "Jane Doe" estaba enferma y vomitaba, pero pensó que se debía a que era la primera vez que había bebido alcohol. No se dio cuenta que había sido violada. Fue invitada nuevamente a la casa de Port Dalhousie en agosto, esta vez, para "pasar la noche". La joven fue drogada y le costaba respirar mientras Bernardo la violaba. Homolka llamó al 911 para pedir ayuda pero minutos después llamó nuevamente para decir que "todo estaba bien" por lo que los servicios de emergencia se retiraron inmediatamente de la casa sin hacer ningún tipo de investigación o seguimiento. "Jane Doe" visitó una vez más a la pareja el 22 de diciembre de 1992. Homolka y Bernardo le pidieron que practicara sexo con él, ella se asustó, y hulló.





El Viernes Santo 16 de abril de 1992, Homolka y Bernardo conducían en su coche por las calles de St. Catharines cuando vieron a Kristen French en el estacionamiento de una Iglesia. Homolka detuvo el coche cerca de donde estaba la joven, y se bajó de él con un mapa aparentando estar perdida y buscando ayuda de French. Cuando la joven se acercó para ayudarla, Bernardo la amenazó con un cuchillo de cocina y la obligó a ingresar al automóvil. El lugar estaba lleno de gente que no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Un pedazo del mapa, un zapato de French y un poco de su pelo fue encontrado luego en la escena del rapto.





Homolka y Bernardo llevaron a French a su casa de Port Dalhousie, donde por tres días la asaltaron sexualmente, abusaron y  torturaron. Debido a que ambos debían pasar la cena de Pascua con los padres de Homolka, el asesinato de French se hacía inevitable (Después de su arresto, ambos se acusaron mutuamente por este crimen). Homolka dijo que Bernardo la estranguló exactamente durante siete minutos mientras ella observaba. Bernardo dijo que Homolka la había golpeado incansablemente con un mazo mientras la adolescente intentaba huir y que luego la estranguló con una soga atada a su cuello mientras le oprimía el cuello. Posteriormente, dejó el cuerpo de la joven a un lado para ir a secarse el cabello. Después de volver de la cena de Pascua, Bernardo y Homolka cortaron el cabello de la adolescente y bañaron el cuerpo antes de arrojarlo a una zanja en Burlington a menos de un kilómetro de donde Leslie Mahaffi estaba enterrada. El cuerpo de Kristen French fue hallado el 30 de abril de 1992.





Desde el principio, la desaparición de Kristen French fue tomada como un asunto criminal. A diferencia de Leslie Mahaffi, ella no tenía problemas en su hogar y tenía un perro al cuál debía alimentar. Al darse cuenta que su hija no llegaba a casa a su hora, sus padres contactaron a la policía. Los testigos aportaron relativamente poco a la desaparición diciendo que el auto del secuestrador era un Chevrolet Camaro cuando en realidad el coche de Bernardo era una Nissan dorada. La policía comenzó inmediatamente a rastrear todos los autos Camaro hasta que se pudo saber qué auto era realmente.





Además de los asesinatos confirmados de Tammy Lyn Homolka, Leslie Erin Mahaffy y de Kristen Dawn French las sospechas siguen vigentes sobre otras posibles víctimas tanto por parte de Bernardo, de Homolka o de ambos. Estas sospechas incluyen las muertes de Terri Anderson y varias mujeres más.






Bernardo es sospechoso de una muerte más, ocurrida en junio de 1990 cuya víctima sería Elizabeth Bain. Robert Baltovich fue condenado por la muerte de Bain pero fue absuelto en el año 2000. En el año 2004, una investigación mostró a Bernardo como posible asesino de Elizabeth Bain, ya que él fue visto con ella el mismo día de su desaparición. Paul Bernardo niega haberla conocido.



Homolka y Bernardo habían sido interrogados muchas veces, en relación a las violaciones de Scarborough, en relación a la muerte de Tammy Homolka, en relación al acecho de Sydney Kershen y a un problema legal con las hermananas Patrich que acusaron a Bernardo de haberlas acechado y filmado poco antes de la muerte de Kristen French. Poco después del descubrimiento del cuerpo de esta joven, uno de los mejores amigos de Bernardo, Van Smirnis, hablando con una familia conocida (de la cuál uno de sus miembros era oficial de la Policía Provincial de Ontario) dijo que Bernardo podría ser un "buen sospechoso por el asesinato de Kristen French" y le comentó a la familia que basaba las sospechas acerca de que su amigo, Bernardo, había violado de una muchacha en el sótano de su casa mientras Homolka estaba arriba.





El oficial de policía, miembro de esa familia, emitió un informe de Bernardo y el 12 de mayo de 1992 un sargento de la policía interrogó a Bernardo brevemente. La policía llegó a la conclusión de que Bernardo era un sospechoso muy poco probable aunque ya había sido interrogado en relación a las violaciones de Scarborough.






Tres días después se creo el grupo Green Ribbon Task Force especialmente formado para investigar las muertes de Leslie Mahaffi y Kristen French. Mientras tanto, Bernardo y Homolka avanzaban en sus planes de cambiarse sus apellidos de Bernardo y Homolka a llamarse los 'Teale', el apellido de un villano (asesino en serie) que Bernardo había tomado de una película de 1988 llamada Criminal Law. A finales del mes de mayo de ese año, otro conocido de Smirnis y de Bernardo, llamado John Motile, también lo señaló como el posible asesino.


En diciembre de 1992, el Centro de Ciencias Forenses comenzó finalmente a analizar las muestras de ADN que Bernardo había entregado a la policía en relación a las investigaciones por las violaciones de Scarborough tres años antes. En Port Dalhousie, "Jane Doe" se negaba a mantener relaciones sexuales con Bernardo y huía de la casa para no volver más debido al miedo.





El 27 de diciembre de 1992 Bernardo atacó brutalmente a Homolka y la golpeó con una linterna en los brazos, cabeza y rostro. Con la excusa de haber sufrido un accidente automovilístico, Homolka regresa a su trabajo el 4 de enero de 1993. Sus escépticos compañeros de trabajo llamaron a los padres de Homolka quienes al día siguiente la "rescataron" de Bernardo, sacándola de la casa; pese a ésto, Homolka regresó a la casa frenéticamente antes de que Bernardo regresara, para buscar algo. Sus padres la llevaron al Hospital General de St. Catharines donde la policía realizó un informe de sus heridas, a las que Homolka justificó diciendo que su marido la había golpeado brutalmente; y levantó cargos contra el. Bernardo fue inmediatamente arrestado pero pocas horas después liberado después de que reconociera todo y mostrara muy buena voluntad en ayudar a la policía. Un amigo de Bernardo, encontró una nota de suicidio que él había escrito por lo que inmediatamente intervino para ayudarlo. Entre tanto, Homolka se mudó a vivir con unos familiares a Brampton.





Veintiseis meses después de haber sido tomadas las muestras del ADN de Bernardo, se le informó a la policía de Toronto que el ADN de Bernardo coincidía con el posible violador de Scarborough. Inmediatamente, Bernardo fue puesto bajo la lupa con una vigilancia de 24 horas.

Detectives especializados en los Asaltos Sexuales de Toronto entrevistaron a Homolka el 9 de febrero de 1993. Sin importarle la acusación de su marido, ella estaba concentrada en la paliza que él le había propinado. Esa misma noche, más tarde, Homolka le contó a unos tíos suyos que su esposo era el famoso Violador de Scarborough y que ambos habían estado involucrados en los asesinatos de Leslie Mahaffi y Kristen French; además de contarles que las violaciones y torturas estaban grabadas en cintas de video. Mientras tanto, la policía había re-abierto las investigaciones sobre la muerte de Tammy Lyn Homolka.

El 11 de febrero de 1993, Homolka contactó al abogado George Walker de Niagara Falls quién buscó la máxima inmunidad para su cliente a través del Fiscal de St. Catharines, Ray Houlahan, a cambio de su cooperación plena en las investigaciones contra su esposo. Al igual que Bernardo, a Homolka le fue asignada vigilancia de 24 horas.
El 13 de febrero de 1993 se aprobó el cambio de nombre de la pareja. El día siguiente, George Walker se reunió con Murray Segal, Director de la Oficina Criminal. Walker habló con Segal acerca de los videos de violaciones por lo que Segal le informó a Walker que debido a la participación que Homolka había tenido en los crímenes, la inmunidad completa era practicamente imposible.





Detectives de todas las Fuerzas Especiales que investigaban las Violaciones de Scarborough arrestaron a Bernardo acusándolo de numerosos cargos el 17 de febrero de 1993 y obtuvieron una orden de registro. En ese tiempo, la evidencia que vinculaba a Bernardo con los asesinatos era pobre, por lo que la orden de registros tenía sus limitaciones. No toda las evidencias que se tomaban de los registros eran permitidas para poderlas presentar como pruebas. Todas las cintas de vídeo que la policía halló en la casa debían de ser vistas en ese mismo lugar para que tubieran valor jurídico. Los daños provocados a la casa debían mantenerse en un nivel mínimo y la policía no tenía permitido derribar paredes o muros de la casa en busca de cintas de vídeo. La búsqueda en la casa de doble piso, sótano y ático que tenía Bernardo duró 71 días. La policía sólo pudo hallar una cinta de vídeo en la que se veía a Homolka practicándole sexo oral a "Jane Doe".








El 5 de mayo de 1993, Walker fue informado de que el Gobierno ofrecía una sentencia reducida de 12 años de cárcel, la cuál Homolka tenía una semana para aceptarla o no. Si ella no aceptaba, sería acusada de dos asesinatos en primer grado, de uno en segundo grado y de otros crímenes. Walker aceptó la propuesta y más tarde también Homolka. El 14 de mayo de 1993 la negociación de sentencia entre Homolka y la Fiscalía terminó por lo que Homolka comenzó a dar información a la policía a través de comunicados. El 27 de junio de 1993, Homolka celebró una fiesta en la casa de sus padres.




Alegando la necesidad de un dar un juicio justo a Bernardo, se le prohibió a la prensa informar acerca de las investigaciones preliminares referentes a Homolka. La corte sólo permitía informar acerca de una sentencia condenatoria pero no permitía informar los motivos de la sentencia. La censura siempre fue justificada por el derecho de Bernardo a tener un juicio justo. Según una nota del Ministerio de Abogados de Ontario la censura fue impuesta realmente para "proteger a las familias".






La Corte impuso la censura el 5 de julio de 1993, y fue decretada por Mr. Justice Francis Kovacs de la Corte de Ontario. A través de sus abogados, Homolka apoyaba la censura mientras que los abogados de Bernardo lo veían como algo perjudicial para su cliente desde que Homolka había sido presentada a la gente como su víctima. Cuatro medios de comunicación y también un autor se opusieron a la censura. Algunos abogados dijeron que los rumores perjudicarían mucho más al proceso del juicio que si se mostraba la verdad.







Sin embargo, Internet evadió la censura. Periodistas estadounidenses se basaron en la Primera Enmienda y publicaron detalles de las declaraciones de Homolka, los cuáles fueron ampliamente distribuidos principalmente por algunos grupos de noticias. Información y rumores acerca del caso se propagaban y estaban al alcance de cualquiera que tuviera un ordenador y un módem en Canadá. Además, muchos de los detalles que circularon por Internet iban mucho más allá de los detalles conocidos del caso. La edición de Newsweek del 6 de diciembre de 1993 informó sin permiso que según corresponsales, los secuestradores cortaban con elementos quirúrgicos los tendones de las piernas de las muchachas para que no pudieran escapar. Otros rumores fueron detalles de otros asesinátos en serie atribuidos a Bernardo y Homolka.






Periódicos de Buffalo, Detroit, Washington, Nueva York y también de Gran Bretaña, informaron de detalles recogidos por gente presente en el juicio de Homolka. La Fox emitió dos programas acerca de los crímenes. Muchos canadienses piratearon a través de la frontera copias del The Buffalo Evening News, sin obedecer órdenes de la policía que había amenazado con arrestar a todo aquel que tuviera más de una copia. Copias encontradas fueron confiscadas por la policía canadiense. Copias de periódicos como el The New York Times eran devueltas a los E.E.U.U. O no eran aceptadas por los distribuidores en Ontario. Gordon Domm, un oficial de policía retirado quien desafió la prohibición que pesaba sobre la publicación de detalles a medios extranjeros, fue acusado y sentenciado por no obedecer las ordenes. El juicio a Homolka, duró apenas unos pocos minutos.




El 4 de julio de 2005 Karla Homolka salió de la cárcel. Varios días antes Bernardo fue entrevistado por la policía y por su abogado, Tony Bryant. De acuerdo con Bryant, Bernardo declaró que él siempre había estado dispuesto a liberar a las chicas y que Karla se había negado. Sin embargo, Mahaffy fue asesinada al ver el rostro de Bernardo después de que se le desprendiera el vendaje que cubría sus ojos. Homolka hizo referencia a que Paul la mató ya que Mahaffy, al reconocer a Paul, los delataría ante la policía. Bernardo también declaró que Karla asesinó a Mahaffy, inyectándole una burbuja de aire con una jeringa en su torrente sanguíneo, provocándole una embolia.





La destrucción de las cintas de vídeo que recogían las torturas y violaciones de adolescentes antes de ser asesinadas por el joven matrimonio cerró uno de los capítulos más dramáticos de la historia criminal de Canadá.





Las cintas de vídeo captaban todos los macabros detalles de las torturas y violaciones sufridas por Leslie Mahaffy y Kristen French (de 14 y 15 años, respectivamente) entre 1991 y 1992.
El perfil de los dos asesinos aumentó la repulsión de la sociedad canadiense por sus crímenes una vez que se conocieron los detalles de las muertes de las dos jóvenes.
Paul era un joven atractivo y popular que nunca había tenido problemas para mantener relaciones con mujeres y que trabajaba desde 1990 para una empresa de Toronto especializada en prendas de vestir, mientras que Karla, de 23 años, era una ayudante veterinaria, rubia y simpática.
Las familias de las dos jóvenes salvajemente asesinadas lucharon durante años por la destrucción de las cintas de vídeo y otro material gráfico ante el temor de que en algún momento su contenido fuese difundido a pesar de las órdenes judiciales en contra.
Sus temores tenían un sólido fundamento. El escritor Stephen Williams, autor de "Invisible Darkness" ("Oscuridad invisible" -libro que describe los crímenes de Bernardo y Homolka- fue denunciado en 2000 porque la fiscalía consideró que algunos de los pasajes de su libro mostraban que el autor había visto las macabras cintas de vídeo.





Aunque la fiscalía retiró los cargos contra Williams para evitar un juicio en el que las cintas de vídeo habrían sido la prueba fundamental, lo que habría causado a las familias de las jóvenes asesinadas nuevas "angustias", el caso demostró que en algún momento las imágenes podrían ser públicadas.
Finalmente, en el más absoluto secreto y en presencia de 20 testigos -todos abogados, policías y familiares de las asesinadas- las cintas de vídeo, fotografías y otras pruebas del caso fueron incineradas una por una.
Entre los objetos destruidos se encontraban las sogas utilizadas por Bernardo y Homolka para maniatar a sus víctimas, un arcón al que estuvo amarrada Kristen antes de ser estrangulada, muestras de tejido humano y bloques de cemento en los que se encontraron partes del cuerpo de Leslie.
Las autoridades también hicieron desaparecer las fotografías de las autopsias, imágenes policiales de las escenas del crimen, la escalera de madera que conducía al sótano donde las jóvenes fueron retenidas y la sierra circular utilizada para desmembrar a las víctimas.
Una macabra lista que ha perseguido a los padres de Leslie y Kristen desde 1995.





"La existencia de esos vídeos siempre amenazó con desenterrar a Leslie. Sabía que ella sería molestada una y otra vez y siempre sentí que ella nunca podría descansar en paz", declaró Deborah Mahaffy, madre de Leslie, tras la destrucción de las cintas.

"Alivio no es la palabra adecuada -continuó Mahaffy- para describir los sentimientos ahora que han desaparecido. No hay palabras para expresarlo".
Por su parte, Donna French, la madre de Kristen, explicó que ahora sentía una paz que no había experimentado desde que su hija desapareció en abril de 1992.

"Fue algo casi irreal porque hemos esperado esto tanto tiempo. No podía creerme lo que realmente estaba pasando hasta que vi por mi misma que estaban siendo destruidas", dijo French.

"Sigo pensando que era una de las últimas cosas que podía hacer por Kristen y espero que ahora ella pueda descansar en paz", añadió la madre de la víctima.